viernes, 14 de junio de 2013

cronica

UNA EXPERIENCIA NUNCA ANTES VIVIDA


Siendo el primero diciembre del 2012 los estudiantes del primer semestre de la Universidad Tecnológica de Pereira de la Faculta de Ciencias Ambientales de Turismo Sostenible fueron reunidos en las horas de la mañana para realizar su tercera y última salida de campo académica, para culminar semestre puesto que los profesores del programa Turismo Sostenible realizaron esta salida para ir avistar la Pastora y sus alrededores ; observando cómo es su vegetación y el cambio de su diversidad.


La Pastora se encuentra a 2.610 metros sobre el nivel del mar, y la temperatura promedio de los 6 a 12 grados centígrados. En este sitio esta ubicado el parque regional Ucumari la Pastora , el cual es el centro de visita de turistas donde se vive una gran experiencia fabulosa, se encuentra en medio del bosque de niebla y cuenta con un espacio ideal para el camping , que viene separado por unas parcelas para que las carpas no se inunden cuando llueve. Los que no quieran dormir en carpas existe una casa que cuenta con varias habitaciones que contienen camas parar alquilar y mejorar su comodidad. Esta casa tan bien cuenta con un restaurante para la alimentación del turista, a esta se puede llegar por medios como caminata o a caballo , cabe aclarar que hasta el cedral se llega en chiva por un camino coloreado de verde por tanta vegetación de plantas y árboles observando su biodiversidad.
Desde el cedral hasta el centro de visitantes la pastora se camina 6 kilómetros es decir 3 horas por un camino de herradura que conduce a la laguna del Otún la cual contiene una altura de 2600 metros de clima frio. Este camino podemos observar tanta naturaleza y poder respirar un aire mas puro y limpio que en la ciudad y como es de bella la naturaleza , como se va formando una quebrada de los nacimientos de este camino y el agua que baja por la cascada que van directo al rio Otún.
La Pastora es el centro de visitantes de la reserva natural pues el turista vive una experiencia y un gran reconocimiento a la flora y fauna que esta en este sitio con una gran variedad de especies de animales plantas algunas únicas en el mundo y otras nuevas para la ciencia.
Podemos caminar por los senderos y los bosques de niebla, observar un avistamiento de aves y de plantas que no podemos observar en la ciudad ya que el ruido los afecta igual que la contaminación no son actas para ellos como el venado , conejo, la danta, la pava de monte, el carpintero y el cusumbo mocoso. Y en plantas que son el laurel de cera, al changualo, el chuesque y la palma de Cera .Y sin olvidar las imponentes y hermosas dos cascadas que caen de lo alto de unas montañas con su claridad, esplendor y pureza.


Toda esta maravillosa naturaleza tiene un gran valor para muchos turistas que ven esto como un paraíso ya que aún no valorada solo pocos podemos observarla y vivir la cerca.
Ojala este no fuese un texto mas para los lectores sino que logre llenar de razón y concientización para valorar esta naturaleza que poseemos acá en nuestro país Colombia.

Reportaje

REPORTAJE

“CONOCIENDO LA PASTORA”
El año anterior realizamos una salida académica con destino hacia la Pastora , en esta tuvimos la oportunidad de conocer las cascadas que se encuentran en ese lugar y admiramos el mágico espectáculo que posaba frente a nosotros logrando provocar una pequeña pero no poco importante reflexión hacia la ignorancia en la cual vivimos la mayor parte del tiempo.










Sus aguas caen desde una enorme altura y desprende una pacífica brisa que relajó nuestros rostros al terminar su fase de vuelo. El lugar era tan único que nos llenó de compañerismo a pesar de que eran las seis y cuarenta y cinco de la tarde y estaba oscureciendo nos logro que no desaprovecháramos la oportunidad de entrar en el calor de la vida natural.
En realidad nuestra duración en sus aguas no fue de mayor tiempo pero “esos cortos minutos marcaron ese recuerdo de sonrisas y de paz compartida”.
Para mayor sorpresa no solo allí se plasmaba esta admirable cascada ; al otro lado se encontraba una pequeña zona montañosa y una quebrada logrando guiarnos hacia la segunda cascada, la cual tenía como característica el ser un poco más pequeña de altura y espacio era con mayor profundidad e igual de atrayente que la anterior.
Así que nos olvidamos del frio que llevábamos entrando a disfrutar de sus limpias y fluyentes aguas; al salir de ésta nos encaminarnos de nuevo hacia el campamento y el guía nos iba hablando del nacimiento de estas cascadas, el trabajo que se ha tenido para con su cuidado y la enormemente mano de obra realizada en los senderos para nuestro ingreso hacia las más bellas estructuras vistas por el hombre.
Continuando nuestro regreso hacia el alojamiento nos encontramos con poca posibilidad de utilizar nuestra visión puesto que la noche ya era opaca por cada parte del sendero boscoso y nosotros llevábamos linternas que alumbrara muy poco, solo siendo la luz de la luna y las estrellas las cuales iluminaran un poco la noción de nuestro trayecto siendo afortunados por contar con la alegría y calor del grupo nos hizo corto el camino.


A mediados de nuestro regreso hacia las carpas, encontramos la mitad del grupo que faltaba por visitar las bellas cascadas ya que en medio de la llegada al parque se nos estableció un parámetro de personas para dirigirnos más cuidadosa y coordinadamente hacia el destino “siendo una buena estrategia, tanto para nuestro cuidado como el sostenimiento del sendero y la paz montañosa”.
Dirigiéndonos hacia estas enormes cascadas puedo decir que es una de las cosas que más me “ha marcado,” las ganas de volver son profundas y enamoradas de la vida salvaje o libre.
En el campamento llenos de frio, por lo emparamadas que se encontraban nuestras prendas temblábamos sin parar pero no dejamos de reír y compartir, fue bastante gratificante ser parte del sortilegio que el solo vivir algo así nos dejara más unidos y nos sacara del mundo presente con sus tecnologías que nos separan de tal forma que no nos damos cuenta de tales maravillas como lo es este lugar tan solo a un par de horas de nuestra ciudad Pereira.
El tamaño de las montañas que rodeaban el lugar eran tan enormes, las más enormes que mis ojos han podido observar, tanto para dejarnos con la boca abierta detallando cada fragmento y riqueza.
El agua que corría por las laderas de los senderos y aún las que brotaban de ellos, son tan impecables, que existen peces dentro de los ríos.
El guía nos ensena que es tan impactante pensar que esa agua que viene de la laguna y cae a más de dos metros por esas bellas cascadas, que recorre tantos kilómetros llenas de abundante vía es la misma agua con la que nos bañamos en nuestra casa y desvalorizamos tanto esa la misma agua que pasa en el rio Otún que se viene contaminando desde la Florida ya que todas esas cañerías vienen vaciando todos las aguas sucias. Pudiendo hacer un trabajo para que no se pierda tanta agua desde tan arriba y estas aguas pasan a unas cuadras de mi casa por el rio Otún lleno de basuras e infecciones y es esa misma la que se dirige a los océanos que visitan tantos turistas con frecuencia y es habitada por nuestra fauna oceánica que lastima que seamos nosotros mismo los culpables de permitir y ser quienes estén dañando las estructuras más bellas del planeta
Finalmente luego de hacer este recorrido y caer en cuenta de todo lo que nosotros hacemos con nuestra agua y de la manera que la contaminamos aprendimos qué es lo que estamos haciendo con nuestra agua y el mundo